Estamos en tiempos profundos de cambios, y con ellos una mayor amplitud de conciencia, donde podemos movernos dentro de otras informaciones.
El comienzo es no conformarse con lo impuesto, no quedarse con lo que nos dijeron o enseñaron, pudo estar bien para ellos, padres, tutores, maestros, abuelos, pero no para nosotros.
Detrás de todo síntoma, situación conflictiva, enfermedad, impotencia, inseguridad, vinculo nocivo, pobreza, carencia, desamor, hay patrones y memorias heredados.
Si esto lo podemos reconocer podemos evaluar también con mayor compromiso una nueva posibilidad de sanar.
¿Y después de sanar como viviríamos? Viviríamos de una forma autèntica, desde nuestro lugar, desde lo que vinimos a desarrollar, desde la autoestima que habíamos perdido, desde una mejor calidad de relaciones y de vida, desde el cambio de trabajo que tanto queremos, de poder viajar y darnos permiso para tener una vida distinta, más alegre y plena.
Para darnos consentimiento de cambiar de carrera, profesión, círculo social, de casa, de ropa, de ideas.
¿Porque no lo hicimos antes?
Porque hay una dinámica inconsciente muy marcada, muy leal, hay acuerdos en el alma, hay pactos y deudas que pagamos por amor.
Amor a nuestra línea, a la cual siempre vamos a pertenecer, a la que amamos incondicionalmente, aunque los vínculos estén desgastados, interrumpidos y desamorados.
Es amplio, es profundo, es veraz.
A través de la Constelación Familiar, se logra ver cuál es la energía escondida, tomar conciencia y ordenar el sistema.
Esto nos da licencia a seguir perteneciendo al clan pero vivir desde la diferencia marcada con la cual nací.
Cuando es el momento, tu Mente calla y tu Alma habla.
Te Espero.
Elizabeth Vrillaud
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